Nuestra nena Clotilde ya ha superado los tres mesecitos y cada vez es más guapa, cariñosa, buena, juguetona. Cada día nos tiene más locos
31/7/08
3/7/08
Simone Ortega
Cuando yo era pequeño creía que Simone Ortega era un hombre porque su nombre sonaba así, a ‘Simón’. Pero era una gran señora. Hace ya años la vi en una entrevista con ese aspecto tan delicado como tenía siempre y no, ha vivido 89 años.
Simone Ortega fue la autora de ‘1.080 recetas de cocina’, publicado por Alianza Editorial en 1972, un título que ha marcado a una generación de mujeres como antes lo hizo el genial de la Sección Femenina. Mi madre aún conserva una de sus primeras ediciones y hace poco lo encontré en su casa, con las páginas muy amarillas, muy gastado pero muy vivo.
Mis recuerdos son muchos de ‘1.080...’ porque desde pequeño me gustó comer y no tuve miedo a meterme en la cocina, más bien a colarme cuando no había nadie porque no me dejaban, sobre todo mi abuela, mitad por miedo a que me pasara algo siendo tan niño y mitad por la gran cantidad de ingredientes que gastaba. Con el libro de Simone Ortega aprendí a hacer una mezcla entre natillas y crema pastelera que me encantaba. Y batidos y otros postres, y con los años ya platos salados, más elaborados y entretenidos. Me gustaba el libro porque las recetas eran fáciles de elaborar y muy bien explicadas, aunque me molestaba que no tuviese ilustraciones para ver cómo me tenían que quedar los platos.
En fin, sólo quería escribir un breve post para recordar a Simone Ortega y mis años perdidos de infancia.
Simone Ortega fue la autora de ‘1.080 recetas de cocina’, publicado por Alianza Editorial en 1972, un título que ha marcado a una generación de mujeres como antes lo hizo el genial de la Sección Femenina. Mi madre aún conserva una de sus primeras ediciones y hace poco lo encontré en su casa, con las páginas muy amarillas, muy gastado pero muy vivo.
Mis recuerdos son muchos de ‘1.080...’ porque desde pequeño me gustó comer y no tuve miedo a meterme en la cocina, más bien a colarme cuando no había nadie porque no me dejaban, sobre todo mi abuela, mitad por miedo a que me pasara algo siendo tan niño y mitad por la gran cantidad de ingredientes que gastaba. Con el libro de Simone Ortega aprendí a hacer una mezcla entre natillas y crema pastelera que me encantaba. Y batidos y otros postres, y con los años ya platos salados, más elaborados y entretenidos. Me gustaba el libro porque las recetas eran fáciles de elaborar y muy bien explicadas, aunque me molestaba que no tuviese ilustraciones para ver cómo me tenían que quedar los platos.
En fin, sólo quería escribir un breve post para recordar a Simone Ortega y mis años perdidos de infancia.