Mi hermano es cojonudo y entre sus muchas virtudes, que las tiene, es un gran gastrónomo y entendido en muchos vericuetos de la cocina y del vino. Le tiraría flores durante días y meses porque se lo merece, pero hoy no es el caso, lo que sí quiero decirle es que tiene un defectillo: le cuesta un pelín meterse en la cocina, aún no sé bien la razón.
Por eso esta receta se la dedico, porque si no se atreve con la fabadita que le propongo, ya no sé qué hacer. Si yo he hecho este plato y me ha quedado de llorar, tú también, y mejor.
Ingredientes
3/4 kilo de judías blancas de las buenas
4 atados de chorizo toresano
Un buen trozo de tocino
2 ó 3 huesos de jamón hermosos
Una cebolla entera, con su casco
3 dientes de ajo sin pelar
2 hojas de laurel
Un buen pellizco de sal
agua
Elaboración
La noche antes hay que poner las judías en agua. Al día siguiente, antes de empezar con el guisazo, se pone a hervir un poco el chorizo en un cazo con agua, con un par de minutos de hervor será suficiente. Así se le quita bastante grasa y no por ello el chorizo perderá propiedades. También se le puede echar morcilla pero a mí me gusta más sin ella, para mi gusto desvirtúa bastante el sabor.
Y ya estará todo listo para empezar: en una olla bien grande se ponen las judías lavadas y todos los ingredientes. Se cubre bien con agua y al fuego. Queda mucho mejor si se tiene varias horas al fuego cociendo lentamente, dependerá bastante de cómo es la judía (procedencia, el tamaño, si es nueva). Lo único que hay que hacer es desespumar de vez en cuando y mover la olla con movimientos giratorios, nunca introduciendo la cuchara porque la judía es muy delicada y se rompe.
Lo mejor es ir probando el guisote para ver si necesita más agua, corregir un poco de sal y si siguen duras las judías. Si al final queda muy aguada, se sacan unas judías, se aplastan y se vuelven a introducir para que espese, moviendo la olla. Con suerte, cuando la fabadita ya esté hecha llevaremos un buen plato en el estómago a base de tanto probar, je je.Y no tiene más misterio que cuidar el guiso y tener mucha paciencia. Y cuatro consejos: no comer nada antes para que nos entre más fabada; beber sólo buen vino; tener la cama lista para dormir un gran siestorro; y que nadie se acerque durante varias horas si no quiere sufrir los efectos de las detonaciones.
2 comentarios:
Parece facil cuñao!!! Y con media familia asturiana no se nos puede resistir, seguro!!! este finde lo intentamos y ya te contaremos
Parece facil cuñao... y con media familia asturiana no se nos puede resistir, este finde lo intentamos y ya veremos que comemos!!!
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