
A estas alturas parece bastante claro que la viticultura es un camino difícil, pero excitante si se tiene aguante y se hacen las cosas bien. En Bodegas Terras Gauda, vinos de gran calidad y fina textura los consiguen con el cuidado exquisito desde la viña, que casi vive como una princesa en las laderas del valle de O'Rosal, protegidas del peligroso viento pero a la vista de un sol benefactor. Ese cuidado sólo se lo puede ofrecer la mano y la inteligencia del hombre; las máquinas, gracias a Dios, aún no nos superan.
La bodega cuenta con unas 100 hectáreas, que producen anualmente cerca de un millón de botellas de su estrella, el Terras Gauda, a las que se añaden las del hermano pequeño, Abadía de San Campio, y el Terras Gauda Etiqueta Negra, el único que se hace en barrica y del que producen unas 5.000 botellas. Se incluye en la denominación de origen Rías Baixas, ¡no Albariño!, como mucha gente sigue creyendo que se llama.
Los viñedos se asientan en O'Rosal, casi pegados a la desembocadura del Miño y frente a Portugal, en un paraje con un microclima inusual en otras zonas no muy lejanas. Desde la primera añada de 1990, la apuesta se ha dirigido a lograr un reconocido producto con variedades locales tan auténticas como albariño (80%), loureira (10%) y caíño blanco (10%). El Terras Gauda es ese vino alumbrado desde las cepas autóctonas para hacer comulgar esas uvas que dan un producto sutil que expresa todo desde su aroma.
Secretos de calidad
Ese microclima de sus tierras compensa la baja producción por cepa: calidad constante, factor decisivo o esencial para que una marca de vino sea creíble. Pero es el dinamismo, no sólo de bodegueros y enólogos, lo que quizás ahora llama la atención de un público exigente.
El fruto está ahí: un elevado volumen de exportación, incluso en mercados muy resistentes. Más o menos, el 35% de las ventas se dirigen a Galicia y casi el 40% al resto de España. Fuera, los países que más lo compran son Reino Unido, Noruega, Suiza… y, el mejor, Estados Unidos. Tecnología, marketing y nombre no sirven si el producto cojea.
Puede no ser ese vino blanco francés de 1806 por el que los dueños de un restaurante cacereño pagaron hace pocos años 20.000 euros, pero sí es de calidad, de buena calidad. Es posible que uno de los secretos sea la maceración de albariño, loureira y caíño por separado. Más tarde, la fermentación en depósitos es de unos 40 días. Y eso que la albariño es uva de poco rendimiento: 1 kg no da para una botella, pero las cepas están en espaldera, lo que produce uva de mejor calidad.
El Terras Gauda es un detalle, una frescura para todos los públicos. Hoy es referencia. Mañana, también. Porque es un vino que se recuerda.
Bodegas Terras Gauda
Ctra. Tuy - A Guarda, km. 46. 36760 O'Rosal, PontevedraTf: 986 62 10 01terrasgauda@terrasgauda.comhttp://www.terrasgauda.com/
(Autor: Guillermo Piernavieja
Reportaje publicado en Cruza la Línea)
La bodega cuenta con unas 100 hectáreas, que producen anualmente cerca de un millón de botellas de su estrella, el Terras Gauda, a las que se añaden las del hermano pequeño, Abadía de San Campio, y el Terras Gauda Etiqueta Negra, el único que se hace en barrica y del que producen unas 5.000 botellas. Se incluye en la denominación de origen Rías Baixas, ¡no Albariño!, como mucha gente sigue creyendo que se llama.
Los viñedos se asientan en O'Rosal, casi pegados a la desembocadura del Miño y frente a Portugal, en un paraje con un microclima inusual en otras zonas no muy lejanas. Desde la primera añada de 1990, la apuesta se ha dirigido a lograr un reconocido producto con variedades locales tan auténticas como albariño (80%), loureira (10%) y caíño blanco (10%). El Terras Gauda es ese vino alumbrado desde las cepas autóctonas para hacer comulgar esas uvas que dan un producto sutil que expresa todo desde su aroma.
Secretos de calidad
Ese microclima de sus tierras compensa la baja producción por cepa: calidad constante, factor decisivo o esencial para que una marca de vino sea creíble. Pero es el dinamismo, no sólo de bodegueros y enólogos, lo que quizás ahora llama la atención de un público exigente.
El fruto está ahí: un elevado volumen de exportación, incluso en mercados muy resistentes. Más o menos, el 35% de las ventas se dirigen a Galicia y casi el 40% al resto de España. Fuera, los países que más lo compran son Reino Unido, Noruega, Suiza… y, el mejor, Estados Unidos. Tecnología, marketing y nombre no sirven si el producto cojea.
Puede no ser ese vino blanco francés de 1806 por el que los dueños de un restaurante cacereño pagaron hace pocos años 20.000 euros, pero sí es de calidad, de buena calidad. Es posible que uno de los secretos sea la maceración de albariño, loureira y caíño por separado. Más tarde, la fermentación en depósitos es de unos 40 días. Y eso que la albariño es uva de poco rendimiento: 1 kg no da para una botella, pero las cepas están en espaldera, lo que produce uva de mejor calidad.
El Terras Gauda es un detalle, una frescura para todos los públicos. Hoy es referencia. Mañana, también. Porque es un vino que se recuerda.
Bodegas Terras Gauda
Ctra. Tuy - A Guarda, km. 46. 36760 O'Rosal, PontevedraTf: 986 62 10 01terrasgauda@terrasgauda.comhttp://www.terrasgauda.com/
(Autor: Guillermo Piernavieja
Reportaje publicado en Cruza la Línea)
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