6/6/08

Indígenas de El Salvador

Desde que era pequeño he defendido siempre que me ha dado la gana al más débil, al que tenía más cerca, se entiende. Por regla general, he cobrado bastante por eso. No es que ahora me haya convertido en defensor de los pueblos indígenas, pero sí me parece que no se les debe tratar mal, en ningún país. A lo mejor lo digo por egoísmo, porque los tengo muy lejos.

El caso es que hace unos días leí en El Diario de Hoy, periódico de El Salvador, que tanto antropólogos como grupos indígenas dudan y recelan del Censo de Población 2007, entre cuyos resultados se indica que sólo el 0,2% de la población salvadoreña desciende de los pueblos originarios. En total, únicamente 11.488 salvadoreños declaran pertenecer a grupos indígenas, en tanto 4,9 millones de habitantes dicen ser mestizos.

Los resultados se basan en preguntas directas a la población efectuadas por Digestyc, y precisamente el estudio demográfico ofrece dudas por la propia formulación de la pregunta, que era: ‘De acuerdo a sus tradiciones, su cultura, sus ancestros. ¿Usted se considera indígena? Sí o No’. A partir de la respuesta positiva, los entrevistados debían declararse de etnia nahua, lenca, winaca, cacaopera, maya, etc.

Carlos Benjamín Lara, coordinador de la Licenciatura en Antropología Cultural de la Universidad de El Salvador, que participó en las reuniones previas a la formulación de las preguntas para el censo, considera que tenía más sentido preguntar por su raza, a lo que los interpelados podrían haber respondido: blanco, mestizo, indígena, negro u otro.

A estas alturas, el enfado entre grupos de descendientes indígenas ha llevado a la presentación de una querella contra la ministra de Economía y contra el director de Digestyc ante la Corte Suprema de Justicia.

Creo que la presentación de una querella es un paso excesivo. Mi opinión es que es factible crear ahora un registro aparte en el que se reconozca expresamente la presencia de esos pueblos y sus rasgos socioculturales. Y hacer las cosas bien para el próximo censo.

Y para no irme por las ramas, lo único que planteo o que me gustaría que ocurriese es que los pueblos originarios de cualquier lugar se consideren tal y como son y están, no como si sirvieran para estudios arqueológicos o para dedicarse a actos folclóricos o como quiera que se vean. Porque, por fortuna, en países como El Salvador, la población no es homogénea.

No hay comentarios: